A tientas, de Mario Benedetti
Se retrocede con seguridad,
pero se avanza a tientas.
Uno adelanta manos como un ciego,
ciego imprudente por añadidura,
pero lo absurdo es que no es ciego
y distingue el relámpago la lluvia,
los rostros insepultos, la ceniza,
la sonrisa del necio, las afrentas,
un barrunto de pena en el espejo,
la baranda oxidada con sus pájaros,
la opaca incertidumbre de los otros
enfrentada a la propia incertidumbre.
Se avanza a tientas lentamente,
por lo común a contramano
de los convictos y confesos
en búsqueda tal vez
de amores residuales
que sirvan de consuelo y recompensa
o iluminen un pozo de nostalgias.
Se avanza a tientas vacilante,
no importan la distancia ni el horario
ni que el futuro sea una vislumbre
o una pasión deshabitada.
A tientas hasta que una noche
se queda uno sin cómplices, ni tacto
y a ciegas otra vez y para siempre
se introduce en un túnel o destino
que no se sabe dónde acaba.
domingo, 13 de febrero de 2022
domingo, 30 de enero de 2022
Ausente
En un campo
soy la ausencia
soy la ausencia
de campo.
Esto es lo que
siempre sucede.
Allá donde esté
soy lo que falta.
Mark Strand
martes, 25 de enero de 2022
De donde yo vengo
Tú conoces los lugares de donde yo vengo. Incluso las personas que intentan escribir o hacer películas al respecto, no lo entienden bien. Lo llaman "de 9 a 5". Sólo que nunca es de 9 a 5. En esos lugares no hay hora de comida y, de hecho, si quieres conservar tu trabajo, no sales a comer. Y está el tiempo extra, pero el tiempo extra nunca se registra correctamente en los libros, y si te quejas de eso hay otro zoquete dispuesto a tomar tu lugar. Lo que duele es la pérdida constante de humanidad en aquellos que pelean para mantener trabajos que no quieren pero temen una alternativa peor. Pasa, simplemente, que las personas se vacían. Son cuerpos con mentes temerosas y obedientes. El color abandona sus ojos. La voz se afea. Y el cuerpo. El cabello. Las uñas. Los zapatos. Todo. A los esclavos nunca se les paga tanto como para que se liberen, sino apenas lo necesario para que sobrevivan y regresen a trabajar. Así que la suerte de, finalmente, haber salido de esos lugares, sin importar cuánto tiempo tomó, me ha dado una especie de felicidad, la felicidad alegre del milagro. No haber desperdiciado por completo la vida parece ser un logro, al menos para mí.
Carta de Charles Bukowski
viernes, 21 de enero de 2022
Sucedió así
Escribir, Marguerite Duras.
jueves, 20 de enero de 2022
El tiempo del narrador
Solo sé que quien se encadena está perdido. El germen de la corrupción ha entrado en su alma.
Joseph Conrad
miércoles, 19 de enero de 2022
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