Presentimiento es esa larga sombra sobre el césped que indica el hundimiento del sol; la noticia corre por la hierba temerosa: la oscuridad está a punto de pasar.
Una voz dice: “Grita”, y yo pregunto: “¿Qué debo gritar?” “Que todo hombre es como hierba, ¡tan firme como una flor del campo! La hierba se seca y la flor se marchita cuando el soplo del Señor pasa sobre ellas. Ciertamente la gente es como hierba. La hierba se seca y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece firme para siempre. "
Me celebro y me canto a mí mismo, de Walt Whitman, paráfrasis de León Felipe.
Me celebro y me canto a mí mismo. Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti, porque lo que yo tengo lo tienes tú y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también. Vago… e invito a vagar a mi alma. Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
para ver cómo crece la hierba del estío. Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí, de esta tierra y de estos vientos. Me engendraron padres que nacieron aquí, de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí, de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también. Tengo treinta y siete años. Mi saludes perfecta. Y con mi aliento puro comienzo a cantar hoy y no terminaré mi canto hasta que me muera. Que se callen ahora las escuelas y los credos. Atrás. A su sitio. Sé cuál es mi misión y no lo olvidaré; que nadie lo olvide. Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal, dejo hablar a todos sin restricción, y abro de par en par las puertas a la energía original de la naturaleza desenfrenada.