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jueves, 26 de enero de 2023
La puerta
52, Poesía Vertical, de Roberto Juarroz
Si alguien,
cayendo de sí mismo en sí mismo,
manotea para sostenerse de sí
y encuentra entre él y él
una puerta que lleva a otra parte,
feliz de él y de él,
pues ha encontrado su borrador más antiguo,
la primera copia.
viernes, 18 de junio de 2021
Ya no encajan
La puerta en la oscuridad.
The Door In The Dark, Robert Frost (1874-1963)
Caminando de habitación en habitación, en la oscuridad,
estiré los brazos a ciegas para proteger mi frente;
pero olvidé entrelazar los dedos, siquiera ligeramente,
o de cerrar los brazos en forma de arco.
Una delgada puerta se filtró de canto,
y el golpe en la cabeza tan violento
que sacudió mi habitual gesto sonriente.
Lo mismo ocurre con las cosas y la gente:
ya no encajan como solían hacerlo.
The Door In The Dark, Robert Frost (1874-1963)
Caminando de habitación en habitación, en la oscuridad,
estiré los brazos a ciegas para proteger mi frente;
pero olvidé entrelazar los dedos, siquiera ligeramente,
o de cerrar los brazos en forma de arco.
Una delgada puerta se filtró de canto,
y el golpe en la cabeza tan violento
que sacudió mi habitual gesto sonriente.
Lo mismo ocurre con las cosas y la gente:
ya no encajan como solían hacerlo.
sábado, 22 de mayo de 2021
La llama temblando
La bruja, Mary Elizabeth Coleridge
He caminado mucho sobre la nieve,
No soy alta ni mi corazón fuerte.
Mis ropas están mojadas,
Y mis dientes se estremecen,
El camino ha sido largo
Por el penoso sendero crujiente.
He vagado sobre la exuberante Tierra,
Pero nunca he venido aquí antes.
¡Oh, levantádme sobre el Umbral
Y dejádme ante la Puerta!
El filo del viento es un enemigo cruel,
No me atrevo a pararme en la tempestad.
Mis manos son de piedra,
Y mi voz se lamenta.
Lo peor de la muerte ha pasado,
Pero aún soy una pequeña dama.
Mis delicados pies se han llagado,
Y en blancas heridas sangrado.
¡Oh, levantádme sobre el Umbral
Y dejádme ante la Puerta!
Su voz era la voz que las mujeres tienen
Rogando por un deseo del corazón.
Ella vino.
Ella llegó,
Y la llama temblando,
Hundiéndose en el fuego
Finalmente murió.
Nunca más en mi alma se encendió,
Desde que me agité en el suelo,
Levantándola sobre el Umbral,
Y dejándola ante la Puerta.
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