miércoles, 23 de febrero de 2022

Lo correcto




INSTRUCCIONES PARA LLORAR, de Julio Cortázar

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente.

Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca.

Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia dentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración del llanto, tres minutos.

lunes, 21 de febrero de 2022

Memoria

 




Mariposa, de Ryunosuke Akutagawa (
Vida de un idiota, 1927)


Una mariposa revoloteaba en el viento impregnado de olor a algas. Durante un instante, sintió cómo las alas de la mariposa acariciaban sus labios resecos. Y a pesar de todo, el polvo que las alas dejaron grabado sobre sus labios, todavía continuaba brillando después de tantos años.

FIN

sábado, 19 de febrero de 2022

Extraño caos


Hay en ese extraño caos que llamamos la vida algunas circunstancias y momentos absurdos en los cuales tomamos el universo todo por una inmensa broma pesada, aunque no logremos percibir con claridad en qué consiste su gracia y sospechemos que nosotros mismos somos las víctimas de la burla. Sin embargo, nada nos desalienta, nada nos parece digno de disensión. Engullimos todos los acontecimientos, todos los cultos, todas las creencias y persuasiones, todas las cosas difíciles, visibles e invisibles, por indigestas que sean, como un avestruz de estómago poderoso engulle balas y pedernales. En cuanto a las dificultades y preocupaciones sin importancia, las perspectivas de ruina imprevista, los riesgos de la vida y el cuerpo, todo eso, incluso la muerte misma, nos parecen golpes ingeniosos y sin mala intención, alegres puñetazos en los costados que nos da el invisible y misterioso viejo bromista.

Moby Dick, fragmento, Herman Melville

Espíritu



Donde los otros proponen obras yo no pretendo más que quemar mi espíritu.

Antonin Artaud, El pesanervios

martes, 15 de febrero de 2022

Vivir para contarlo


«Con el corazón oprimido, durante años me abstuve de publicar este libro, ya terminado. El deber para con los que aún viven podía más que la obligación con los muertos. Pero ahora la Seguridad del Estado se ha apoderado de él, no tengo más remedio que publicarlo inmediatamente. En este libro no hay personajes ni eventos ficticios. La gente y los lugares son llamados con sus propios nombres. Si son identificados por sus iniciales en vez de sus nombres, es por consideraciones personales. Si no son nombrados en absoluto, es sólo porque la memoria humana ha fallado al preservar sus nombres. Pero todo tuvo lugar tal y como se describe aquí. Dedico este libro a todos los que no vivieron para contarlo, y que por favor me perdonen por no haberlo visto todo, por no recordar todo, y por no poder decirlo todo.»


Nota del autor en la primera edición del libro Archipiélago Gulag, de Aleksandr Solzhenitsyn.

lunes, 14 de febrero de 2022

Nutrir


Ensueño, de Emily Dickinson

Para fugarnos de la tierra
un libro es el mejor bajel;
y se viaja mejor en el poema
que en el más brioso y rápido corcel.

Aun el más pobre puede hacerlo,
nada por ello ha de pagar:
el alma en el transporte de su sueño
se nutre solo de silencio y paz.

domingo, 13 de febrero de 2022

A tientas



A tientas, de Mario Benedetti

Se retrocede con seguridad,
pero se avanza a tientas.
Uno adelanta manos como un ciego,
ciego imprudente por añadidura,
pero lo absurdo es que no es ciego
y distingue el relámpago la lluvia,
los rostros insepultos, la ceniza,
la sonrisa del necio, las afrentas,
un barrunto de pena en el espejo,
la baranda oxidada con sus pájaros,
la opaca incertidumbre de los otros
enfrentada a la propia incertidumbre.
Se avanza a tientas lentamente,
por lo común a contramano
de los convictos y confesos
en búsqueda tal vez
de amores residuales
que sirvan de consuelo y recompensa
o iluminen un pozo de nostalgias.
Se avanza a tientas vacilante,
no importan la distancia ni el horario
ni que el futuro sea una vislumbre
o una pasión deshabitada.
A tientas hasta que una noche
se queda uno sin cómplices, ni tacto
y a ciegas otra vez y para siempre
se introduce en un túnel o destino
que no se sabe dónde acaba.

viernes, 11 de febrero de 2022

Pasan




Miro pasar las nubes.

Pero mi mano se cae
y la encuentro perdida entre cosas de hombre.
Oigo pasar al hombre.
Pero mi ojo se cae
y lo encuentro perdido dibujando caídas.
Siento subir los muertos.
Pero tú te me caes
y te encuentro perdida debajo de mi voz.
Una sombra me empuja.
Pero el pensamiento se me cae
y lo encuentro perdido entre dios y mi cara.
Ya las palabras sufren.
Pero la lengua se me cae
y la encuentro perdida en las nubes que pasan.

Miro pasar las nubes.

Roverto Juarroz, Poesía Vertical

domingo, 6 de febrero de 2022

Vivas



Cuando no estamos seguros, estamos vivos

Graham Greene