Ven otra vez y tómame amada sensación retorna y tómame cuando la memoria del cuerpo se despierta y un antiguo deseo recorre la sangre; cuando los labios y la piel recuerdan y las manos sienten que aún tocan.
Ven otra vez y tómame en la noche, cuando los labios y la piel recuerdan.
"No morirá la flor de la palabra. Podrá morir el rostro oculto de quien la nombra hoy, pero la palabra que vino desde el fondo de la historia y de la tierra ya no podrá ser arrancada por la soberbia del poder. Nosotros nacimos de la noche. En ella vivimos. Moriremos en ella. Pero la luz será mañana para los más, para todos aquellos que hoy lloran la noche, para quienes se niega el día, para quienes es regalo la muerte, para quienes está prohibida la vida. Para todos la luz. Para todos todo. Para nosotros el dolor y la angustia, para nosotros la alegre rebeldía, para nosotros el futuro negado, para nosotros la dignidad insurrecta. Para nosotros nada."
No habrá quien viva de haber sido el subcomandante Marcos. Ni se heredará su nombre ni su cargo. No habrán viajes todo pagado para dar pláticas en el extranjero. No habrá traslado ni atención en hospitales de lujo. No habrán viudas ni hereder@s. No habrán funerales, ni honores, ni estatuas, ni museos, ni premios, ni nada de lo que el sistema hace para promover el culto al individuo y para menospreciar al colectivo.
¿Creéis que dispondréis de un largo descanso hasta vuestro renacimiento? ¡Pues os equivocáis! Entre el último instante de vuestra conciencia y el primer reflejo de la nueva vida no media "tiempo alguno"; es como un relámpago; aun cuando hubiera criaturas vivas que contasen por billones de años, ni aun así podrían medirlo. Intemporalidad y sucesión se alían una a la otra en cuanto el intelecto desaparece.