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viernes, 18 de junio de 2021

Ya no encajan



La puerta en la oscuridad.
The Door In The Dark, Robert Frost (1874-1963)

Caminando de habitación en habitación, en la oscuridad,
estiré los brazos a ciegas para proteger mi frente;
pero olvidé entrelazar los dedos, siquiera ligeramente,
o de cerrar los brazos en forma de arco.
Una delgada puerta se filtró de canto,
y el golpe en la cabeza tan violento
que sacudió mi habitual gesto sonriente.
Lo mismo ocurre con las cosas y la gente:
ya no encajan como solían hacerlo.

lunes, 19 de abril de 2021

Y eso fue todo






Lo más próximo, de Robert Frost

Pensó que a solas podía captar el universo entero;
Pero la única voz que obtuvo por respuesta
Fue el falso eco de sí mismo
Que procedía del precipicio,
al otro lado del lago.

Una mañana, desde una roca de la playa,
Clamó que lo que él quería en la vida
No era una mera copia hablada de su propio amor
Sino un amor correspondido, y con voz propia.
Y la única respuesta encarnada
Capaz de dar respuesta a su queja matinal
Comenzó a descender, en la otra orilla,
Por el talud del acantilado hasta el lago
Para zambullirse después en las distantes aguas.

Pero cuando tras nadar un buen trecho se aproximó a su orilla, 
Y siendo quien él tanto había anhelado, 
En lugar de poseer forma humana
Resultó ser un gran macho cabrío, que aparecía poderoso
Apartando las encrespadas aguas con su enorme pecho.
Y al llegar a tierra
Desprendiendo agua como una cascada,
Comenzó a tambalearse a través de las rocas con su cornamenta,
Hasta que se perdió en la maleza -y eso fue todo-.

lunes, 15 de marzo de 2021

Para más tarde


El camino no elegido, de Robert Frost

Dos caminos se abrían en un bosque amarillo,
y triste por no poder caminar por los dos,
y por ser un viajero tan solo, un largo rato
me detuve, y puse la vista en uno de ellos
hasta donde al torcer se perdía en la maleza.

Después pasé al siguiente, tan bueno como el otro,
posiblemente la elección más adecuada
pues lo cubría la hierba y pedía ser usado;
aunque hasta allí lo mismo a cada uno
los había gastado el pasar de la gente,

y ambos por igual los cubría esa mañana
una capa de hojas que nadie había pisado.
¡Ah! ¡El primero dejé mejor para otro día!
Aunque tal y como un paso aventura el siguiente,
dudé si alguna vez volvería a aquel lugar.

Seguramente esto lo diré entre suspiros
en algún momento dentro de años y años
dos caminos se abrían en un bosque, elegí…
elegí el menos transitado de ambos,
Y eso supuso toda la diferencia.