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martes, 25 de mayo de 2021

Y primero fue el agua

Creación, de Dulce Maria Loinaz

Y primero era el agua:
un agua ronca,
sin respirar de peces, sin orillas
que la apretaran…
Era el agua primero,
sobre un mundo naciendo de la mano de Dios…
Era el agua…
Todavía
la tierra no asomaba entre las olas,
todavía la tierra
sólo era un fango blando y tembloroso…
No había flor de lunas ni racimos
de islas… En el vientre
del agua joven se gestaban continentes…
¡Amanecer del mundo, despertar
del mundo!
¡Qué apagar de fuegos últimos!
¡Qué mar en llamas bajo el cielo negro!
Era primero el agua.

sábado, 22 de mayo de 2021

La llama temblando

 



La bruja, Mary Elizabeth Coleridge

He caminado mucho sobre la nieve,
No soy alta ni mi corazón fuerte.
Mis ropas están mojadas,
Y mis dientes se estremecen,
El camino ha sido largo
Por el penoso sendero crujiente.
He vagado sobre la exuberante Tierra,
Pero nunca he venido aquí antes.
¡Oh, levantádme sobre el Umbral
Y dejádme ante la Puerta!

El filo del viento es un enemigo cruel,
No me atrevo a pararme en la tempestad.
Mis manos son de piedra,
Y mi voz se lamenta.
Lo peor de la muerte ha pasado,
Pero aún soy una pequeña dama.
Mis delicados pies se han llagado,
Y en blancas heridas sangrado.
¡Oh, levantádme sobre el Umbral
Y dejádme ante la Puerta!

Su voz era la voz que las mujeres tienen
Rogando por un deseo del corazón.
Ella vino.
Ella llegó,
Y la llama temblando,
Hundiéndose en el fuego
Finalmente murió.
Nunca más en mi alma se encendió,
Desde que me agité en el suelo,
Levantándola sobre el Umbral,
Y dejándola ante la Puerta.

martes, 18 de mayo de 2021

Un nuevo despertar



Nómadas, de Franco Battiato

Nómadas que buscan los ángulos de la tranquilidad,
en las nieblas del norte, en los tumultos civilizados,
entre los claroscuros y la monotonía de los días que pasan.
Caminante que vas buscando la paz en el crepúsculo,
la encontrarás, la encontrarás al final de tu camino.

Largo el tránsito de la aparente dualidad,
la lluvia de septiembre despierta el vacío de mi cuarto
y los lamentos de la soledad aún se prolongan.
Como un extranjero no siento ataduras del sentimiento
y me iré de la ciudad, esperando un nuevo despertar.

Los viajantes van en busca de hospitalidad
en pueblos soleados, en los bajos fondos de la inmensidad,
y después duermen sobre las almohadas de la tierra.
Forastero que buscas la dimensión insondable
La encontrarás fuera de la ciudad, al final de tu camino.

sábado, 8 de mayo de 2021

Comienzo a cantar hoy


Me celebro y me canto a mí mismo, de Walt Whitman, paráfrasis de León Felipe.

Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.
Vago… e invito a vagar a mi alma.
Vago y me tumbo a mi antojo sobre la tierra
para ver cómo crece la hierba del estío.
Mi lengua y cada molécula de mi sangre nacieron aquí,
de esta tierra y de estos vientos.
Me engendraron padres que nacieron aquí,
de padres que engendraron otros padres que nacieron aquí,
de padres hijos de esta tierra y de estos vientos también.
Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.
Y con mi aliento puro
comienzo a cantar hoy
y no terminaré mi canto hasta que me muera.
Que se callen ahora las escuelas y los credos.
Atrás. A su sitio.
Sé cuál es mi misión y no lo olvidaré;
que nadie lo olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin restricción,
y abro de par en par las puertas a la energía original de la naturaleza desenfrenada.

miércoles, 5 de mayo de 2021

Los pájaros anidan



Los pájaros anidan, de Gloria Fuertes

Los pájaros anidan en mis brazos,
en mis hombros, detrás de mis rodillas,
entre los senos tengo codornices,
los pájaros se creen que soy un árbol.

Una fuente se creen que soy los cisnes,
bajan y beben todos cuando hablo.

Las ovejas me pisan cuando pasan
y comen en mis dedos los gorriones,
se creen que soy tierra las hormigas
y los hombres se creen que no soy nada.

martes, 4 de mayo de 2021

La carn vol carn


Els amants, de Vicent Andrés Estellés, Llibre de les Meravelles

La carn vol carn, AUSIÀS MARCH


NO hi havia a València dos amants com nosaltres.
Feroçment ens amàvem del matí a la nit.
Tot ho recorde mentre vas estenent la roba.
Han passat anys, molts anys; han passat moltes coses.
De sobte encara em pren aquell vent o l'amor
i rodolem per terra entre abraços i besos.
No comprenem l'amor com un costum amable
com un costum pacífic de compliment i teles
(i que ens perdone el cast senyor López-Picó).
Es desperta, de sobte, com un vell huracà,
i ens tomba en terra els dos, ens ajunta, ens empeny.
Jo desitjava, a voltes, un amor educat
i en marxa el tocadiscos, negligentment besant-te,
ara un muscle i després el peçó d'una orella.
El nostre amor és un amor brusc i salvatge,
i tenim l'enyorança amarga de la terra,
d'anar a rebolcons entre besos i arraps.
Què voleu que hi faça! Elemental, ja ho sé.
Ignorem el Petrarca i ignorem moltes coses.
Les Estances de Riba i les Rimas de Bécquer.
Després, tombats en terra de qualsevol manera,
comprenem que som bàrbars, i que això no deu ser,
que no estem en l'edat, i tot això i allò.

No hi havia a València dos amants com nosaltres,
car d'amants com nosaltres en són parits ben pocs.
:

viernes, 5 de marzo de 2021

Por la sed




Poema 133, de Emily Dickinson

El agua se aprende por la sed.
La Tierra —por los Océanos atravesados.
El Éxtasis —por la agonía—
La Paz —la cuentan las batallas—
El Amor, por el Hueco de la Memoria.
Los Pájaros, por la Nieve.

sábado, 27 de febrero de 2021

Alegría



Me dijo una tarde, de Antonio Machado

Me dijo una tarde
de la primavera:
Si buscas caminos
en flor en la tierra,
mata tus palabras
y oye tu alma vieja.
Que el mismo albo lino
que te vista sea
tu traje de duelo,
tu traje de fiesta.
Ama tu alegría
y ama tu tristeza,
si buscas caminos
en flor en la tierra.
Respondí a la tarde
de la primavera:
Tú has dicho el secreto
que en mi alma reza:
yo odio la alegría
por odio a la pena.
Mas antes que pise
tu florida senda,
quisiera traerte
muerta mi alma vieja

martes, 12 de enero de 2021

Te doy




A Ajmatova, de Marina Tsvatáieva

¡Oh musa del llanto, la más bella de las musas!
Oh, loca criatura del infierno y de la noche blanca.
Tú envías sobre Rusia tus sombrías tormentas
Y tu puro lamento nos traspasa como flecha.

Nos empujamos y un sordo ¡ah!
De mil bocas te jura fidelidad, Anna
Ajmátova. Tu nombre, hondo suspiro,
Cae en es hondo abismo que carece de nombre.

Pisar la tierra misma que tú pisas, bajo tu mismo cielo;
Llevamos una corona.
Y aquél a que a muerte hieres a tu paso
Yace inmortal en su lecho de muerte.

Sobre esta ciudad que canta brillan cúpulas,
Y el vagabundo ciego canta loas al Señor…
Y yo, yo te ofrezco mi ciudad con sus campanas,
Ajmátova, y con ella te doy mi corazón.